Este sábado pasado, día 2 de junio, se celebró en Zaragoza la I Feria de las Familias de Aragón, organizada
por la Delegación Episcopal de Familia y Vida de Zaragoza y coincidiendo con el
VII Encuentro Mundial que el Papa Benedicto XVI había convocado en Milán.
La
cita reunió a más de 600 personas a partir de las 11.30
de la mañana en las instalaciones del Colegio de Santa Ana en el Paseo del
Canal 135. La entrada era libre y la Delegación de Familia y Vida había
invitado a todas las familias de la diócesis a participar de un día de
diversión, de convivencia, de comunión con el Papa y con el resto de familias
cristianas del mundo congregadas en Milán. Asociaciones, movimientos,
organizaciones, entidades, delegaciones y, sobre todo familias, estaban
invitadas a difundir y compartir su identidad, actividades, proyectos y
experiencias en un marco de animación y fiesta.
La
jornada comenzó con la celebración de una Eucaristía a la que asistieron más de
500 personas. Presidida por el Arzobispo
de Zaragoza y concelebrada por 10 sacerdotes, Monseñor Manuel Ureña, comentó
brevemente y en profundidad la importancia del lema del VII Encuentro Mundial
de las familias “La familia: el trabajo y el descanso”. Insistió en la importancia
de tener un trabajo que permita a todos los padres y madres criar adecuadamente
a sus hijos, y explicó la diferencia entre chronos, “tiempo mensurable”, y Kairós,
“tiempo vivido” y la importancia de este último en la vida familiar.
Asimismo,
un gran icono de la Sagrada Familia presidió la Vigilia, copia del nuevo icono realizado
por Rupnik y símbolo de
los Encuentros Mundiales. Posteriormente la réplica será depositada en el
Centro diocesano de Orientación Familiar (COF).
A
continuación, D. Manuel, acompañado de los Delegados diocesanos de Familia y
Vida, inauguró la I Feria de las Familias visitando los stands y escribiendo,
con su puño y letra, la primera página del Libro de los Testimonios de este encuentro
de familias. A la salida, D. Manuel Almor, Vicario General, comentó la alegría
que le producía “ver a un grupo tan significativo de familias celebrando el
amor de Dios hecho realidad en la Iglesia doméstica”.
A
las 14:00 horas, todos los presentes pudieron degustar y compartir una paella
multitudinaria en las gradas de las zonas al aire libre del Colegio de Sta. Ana,
gentilmente cedido por la comunidad religiosa para albergar este gran evento.
Los
pequeños pudieron disfrutar de animaciones tan distintas como los Cabezudos y
la impresionante Danza del Gran Dragón Chino al son la música que estuvo animando
toda la jornada festiva. Los jóvenes voluntarios que les dieron “vida” hicieron
las delicias de todos los niños y niñas allí congregados.
A
las 16:00 horas tuvieron lugar, en el interior, unos talleres formativos para
niños mayores de 8 años, jóvenes y adultos. Más de doscientas personas se
congregaron en las aulas para contar sus experiencias. El coordinador de uno de
los talleres manifestaba al término de la jornada, que “la I Feria de las
Familias es una muestra viva de que hay futuro, hay esperanza y que la vida
merece la pena vivirla en plenitud y que eso sólo es posible cuando se
construye y se fortalece a la familia”.
De
forma simultánea, otros menores participaron en talleres de arte y de otras
culturas. Más de cincuenta niños y niñas menores de ocho años estuvieron
dejando su impronta artística sobre su visión de la familia. Pasado un rato, la
coordinadora de estos talleres hizo una gran cadeneta con todos los chavales y,
con la ayuda de los Cabezudos, los condujo hasta la escalera que les llevarían
a la Capilla donde se estaba adorando al Santísimo durante toda la jornada. Los
niños postrándose delante del Señor en la Custodia le cantaron al ritmo de la
música de un grupo de alabanza y adoración de la diócesis. La imagen fue
impactante por la espontaneidad con la que se desarrolló y por la esperanza que
despertó en todos aquellos que la presenciaron, según su testimonio tardarán en
borrar la escena de sus retinas.
Este
espacio de adoración y oración, que estuvo permanentemente abierto a los asistentes,
quería ser el testimonio del lugar que Jesús Eucaristía tiene como centro de la
vida de la familia.
Los
21 stands que habilitaron delegaciones, asociaciones, movimientos, instituciones
y organizaciones sirvieron de escaparate dedicado a
las buenas prácticas, a nuevas ideas y a
todo aquello que está a favor de la familia, el trabajo y el descanso. Al mismo
tiempo, sirvieron para entrelazar lazos de amistad entre la gran familia
diocesana que hicieron realidad las palabras de san Pablo “hay diversidad de
dones, pero un mismo Espíritu; hay diversidad de ministerios, pero un mismo
Señor, y hay diversidad de funciones, pero un mismo Dios que obra todo en
todos”. Todos destacaron la oportunidad
de esta iniciativa de la I Feria de las Familias y manifestaron su interés en
volver a participar cuando se celebre su segunda edición.
De 18.00 a
20.00 horas tuvo lugar un espectacular Concierto Testimonio. El payaso Kikote, el
Coro de San Jorge, MUSICAR y Javi Sánchez fueron los encargados de hacer vibrar
a todas las familias al ritmo de sus voces. Uno de los grandes momentos del
concierto fue cuando, haciéndose “un guiño” entre los intérpretes, consiguieron
que todo el público puesto en pie cantara una canción y se mostrase que la
música es un buen instrumento para avanzar juntos en el amor y la solidaridad.
A partir de las 20.00 horas se conectó vía satélite con Milán, a
través de CTV (Centro Televisivo Vaticano) y con una persona que traducía
simultáneamente “in situ”, para participar de este modo tan especial en la Vigilia
de los testimonios presidida por Benedicto XVI. El Papa recordó que frente a la crisis económica actual
los partidos políticos no deberían “prometer cosas que no pueden cumplir”, y
que la política es “responsabilidad moral ante Dios y los hombres”. Tampoco faltó el ánimo del Papa a todas las familias
en dificultades, a los novios, a los matrimonios con problemas, ni sus
recomendaciones sobre la necesidad de que la familia descanse y celebre los
domingos.
Las dos presentadoras del acto de la Vigilia, Mariangel García y
Alba Monaj, robaron el corazón a todas las personas y familias allí presentes,
rememorando el V Encuentro Mundial de las Familias en Valencia y haciéndose eco
de algunos de los frutos de aquel gran acontecimiento. A las 22.00h cerró la
Vigilia el Vicario Episcopal de la Familia de la diócesis de Zaragoza, D.
Santiago Aparicio, quien se mostró entrañablemente conmovido por encontrar allí
a tantas familias reunidas, con sus manos entrelazadas y llenas de una alegría
desbordante y contagiosa.
Por último, el matrimonio Delegado de Familia y Vida, D. Fernando
Navas y Dña. Marisol Gil, agradeció la respuesta tan numerosa a esta iniciativa,
el esfuerzo que durante meses ha estado realizando el equipo de la Delegación y
la colaboración que ha recibido por parte de otras Delegaciones y Movimientos
diocesanos.
Un amplio parking, un sencillo bar y un dispositivo de DYA
hicieron que el día, aunque muy caluroso, transcurriese de modo muy agradable.
No es casualidad que al día siguiente de esta I FERIA DE
LAS FAMILIAS, la Iglesia celebre la fiesta de la santísima Trinidad: DIOS
FAMILIA.
ACTUALIZACIÓN:
1- Galería de fotos de la Archidiócesis de Zaragoza I Feria de las Familias
2- Artículo en el periódico Aragón Digital:
3- Artículo en Periodista digital.com "Creyentes y Responsables"
ACTUALIZACIÓN:
1- Galería de fotos de la Archidiócesis de Zaragoza I Feria de las Familias
2- Artículo en el periódico Aragón Digital:
3- Artículo en Periodista digital.com "Creyentes y Responsables"
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El Encuentro Mundial de las Familias tiene un nuevo icono símbolo. Se
trata de un gran mosaico, realizado por el artista jesuita Marko Rupnik,
que el pasado 11 de abril fue bendecido en la plaza de San Pedro por el
Papa. Confiada por el Santo Padre a monseñor Erminio De Scalzi,
presidente de la Fundazione Milano Famiglie 2012, la obra representa la
Sagrada Familia y la Santísima Trinidad plasmada a través de la mano del
Padre que sostiene el fuego del espíritu que es Jesús. Al lado de José y
María está el paraíso terrenal y la Jerusalén celeste con la Sagrada
Familia en el centro de la historia de la salvación.
